El proyecto presentado aborda la problemática de la rehabilitación de pacientes que han sufrido quemaduras en sus extremidades inferiores. A través del desarrollo de un exoesqueleto mecánico para asistir en la rehabilitación, se busca mejorar la calidad de vida de estos pacientes al facilitar su proceso de recuperación y reintegración a la sociedad.
El contexto de esta problemática se basa en los resultados de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT) de 2018 en México, que indica que alrededor de 136 mil personas experimentaron quemaduras no fatales, con secuelas que afectan su movilidad y funcionalidad. Los malestares más comunes reportados por estos pacientes incluyen dolor en articulaciones, rigidez, problemas para caminar o correr, y debilidad en brazos o manos. La mayoría de estas quemaduras no son accidentales, sino que están relacionadas con actividades laborales y económicas de riesgo.
La rehabilitación es esencial para la recuperación de pacientes quemados, pero los recursos y equipos en los centros de salud pública son limitados, lo que dificulta la atención adecuada y oportuna. Muchas de las limitaciones funcionales después de quemaduras no solo provienen de la lesión en sí, sino también de la falta de atención médica y rehabilitación adecuadas. Esto se ve reflejado en la prevalencia de discapacidad en la población, donde la limitación de la movilidad es un problema común.
La propuesta del proyecto es desarrollar un exoesqueleto mecánico para extremidades inferiores que asista en la rehabilitación de pacientes quemados. La hipótesis planteada sugiere que este exoesqueleto podría reducir el esfuerzo y el tiempo requerido en el proceso de rehabilitación, lo que permitiría una recuperación más eficiente. La tecnología de exoesqueletos mecánicos se considera una alternativa prometedora debido a su capacidad para proporcionar asistencia durante ejercicios de rehabilitación, mejorar la movilidad y la fuerza.